David Hellqvist

Escritor sobre moda masculina y editor de crónicas para PORT Magazine

“Lo primero que te llama la atención de la Gocycle es la dualidad de sus potencias. En cierto sentido, es una colaboración entre una bicicleta y una scooter que coge lo mejor de ambos mundos.”

La velocidad es fundamental, así que seré breve. Como escritor sobre moda masculina, las colaboraciones son de gran interés para mí. Me gusta cuando dos marcas se juntan con diferentes conjuntos de aptitudes para crear un producto nuevo. Me fascina porque es una de las pocas formas nuevas de impulsar la moda masculina. No tengo los conocimientos suficientes sobre bicicletas y motocicletas como para hablar de colaboraciones de marcas en este sector, pero soy lo bastante inteligente como para reconocer una colaboración buena cuando la veo, incluso si se trata de modos de transporte en lugar de marcas.

Lógicamente, lo primero que te llama la atención de la Gocycle, una vez que dejas a un lado el diseño avanzado, es la dualidad de sus potencias. En cierto sentido, es una colaboración entre una bicicleta y una scooter que coge lo mejor de ambos mundos. Puedes pedalear si quieres potencia humana, aunque me costó dar con motivos de por qué querrías eso, y es posible usar el acelerador para obtener velocidad artificial. Y vaya si la consigues. Préstasela a cualquiera y es lo primero que comentará: la velocidad. Puede que no compita con las motocicletas de la autovía, pero la Gocycle es una nueva generación de transporte: una scooter urbana pero con la agilidad de una bicicleta. Es lo que obtendríamos si Brompton conociese a Vespa y tuviesen un hijo.

Recorrer las calles de Londres es muy divertido, sobre todo porque te ajustas a las normas para bicicletas. La versatilidad de esta cosa es inaudita. Sin embargo, siempre hay que llevar casco. Así de rápida es. Compra una, implícate.